Las consecuencias del cambio climático en la piel
Es incuestionable que el cambio climático tiene consecuencias tanto para el planeta como para el propio ser humano. Y es que tiene efectos negativos directamente relacionados con la calidad de los alimentos, el agua que bebemos y el aire que respiramos.
Origen y causas del cambio climático
Numerosos expertos reconocidos a nivel internacional coinciden en que la revolución industrial impulsó el aumento de gases de efecto invernadero. Para entender las consecuencias del cambio climático primero debemos entender cuáles son las causas que lo están produciendo
Gases de efecto invernadero:
La quema de combustibles fósiles para generar electricidad, calefacción, transporte e industria es la principal causa del aumento de los gases de efecto invernadero. La ganadería emite altas cantidades de gases metano y óxido nitroso, con un potencial de calentamiento muy superior al dióxido de carbono.
Aumento de la población mundial:
El planeta alberga a más de 7.500 millones de personas y cada vez se necesitan más recursos para su abastececimiento. De esta manera se producen más bienes y servicios que, consecuentemente, aumentan la emisión de gases de efecto invernadero.
Deforestación y destrucción de LOS ecosistemas:
Los bosques y sus ecosistemas son los encargados de convertir el dióxido de carbono en oxígeno. Con la destrucción y la tala indiscriminada de árboles estamos perdiendo un gran aliado contra el cambio climático. Lo mismo ocurre con los ecosistemas marinos.
Efectos del cambio climático en la piel
Entre los efectos más estudiados y frecuentes está:
Aumento en los casos de cáncer de piel:
El deterioro de la capa de ozono, nuestro filtro natural contra la radiación ultravioleta, hace que los días de sol aumenten. Por lo tanto nuestra exposición al sol y a la radiación será mayor.
Los efectos más conocidos sobre la piel humana son los melanomas, carcinoma basocelular y epidermoide, las quemaduras solares, la dermatitis solar crónica la fotodermatosis.
Sensibilidad cutánea:
Con la contaminación, la proliferación de gases de efecto invernadero y la disminución de humedad la piel humana sufre, llegando a crear intolerancia a ciertos cosméticos por tener sensibilidad.
Envejecimiento prematuro y acné
Con el aumento de la temperatura se destruyen componentes de la piel relacionados directamente con el envejecimiento. Estos son la elastina y el colágeno, que aportan dureza, resistencia y elasticidad en la piel.
Estas temperaturas también favorecen la sudoración y la secreción sebácea, provocando así dermatitis atópica y brotes de acné.
Recomendaciones para combatir los efectos del cambio climático en la piel
Para protegernos de estos efectos indeseables que afectan directamente a nuestra salud y especialmente la de nuestra piel podemos seguir las siguientes recomendaciones:
- No exponernos al sol en las horas de mayor intensidad (horas centrales del día)
- Protegernos para evitar que el sol llegue a la piel (gorras, ropa, sombreros)
- Utilizar filtros solares de alta protección, incluso en los días nublados.
- Beber abundante agua para hidratarnos.
- Proteger nuestros ojos del sol con gafas.
¡Actúa contra el cambio climático!
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